COMUNICADO

Al 4º año de los trágicos eventos de Iguala

En nuestra condición de miembros de la Red Temática de Investigación de Educación Rural (RIER), investigadores, docentes y estudiantes comprometidos con lo que sucede en el campo y su gente, testigos y defensores de condiciones de vida más justas, manifestamos una vez más el repudio por los hechos acontecidos en Iguala contra los estudiantes de la Normal Rural de Ayotzinapa, así como el reclamo por justicia cuatro años después. Innumerables movilizaciones no han logrado que el gobierno aclare convincentemente lo sucedido. Silencio, impunidad, gestión judicial fraudulenta, negligencias, ocultamientos, complicidad de autoridades federales, estatales, municipales, policías y ejército, así como manipulación de la información y de la opinión pública. No sólo han desaparecido 43 estudiantes de la Escuela Normal Rural “Raúl Isidro Burgos”, sino otros miembros de la sociedad civil han quedado silenciados. La Procuraduría General de la República alude a la quema de cuerpos como si fuera una escena más, que no despierta asombro ni indignación. Esta manera de abordar los hechos es congruente con los intentos de criminalizar la protesta social, así como consolidar el olvido institucional de las que han sido objeto las Escuelas Normales Rurales.

Los hechos de Iguala forman parte de una violencia que asola a México, donde el Estado ha sido el principal responsable. Una violencia diversa por la cual estudiantes normalistas desaparecen, como muchos otros jóvenes. En el caso de territorios rurales como los de Guerrero y otros del país, se limitan todavía más las oportunidades de bienestar para los niños y jóvenes, como resultado de esta violencia estructural. Asistimos a la normalización de la violencia - que se expresa de múltiples formas en la vida cotidiana hasta llegar a los secuestros, las desapariciones y los linchamientos- la discriminación de las víctimas y una desesperanza que se hace sentir. Las fosas son testimonio. Encontrar a los estudiantes desaparecidos es clave para la investigación que no se ha querido hacer.

Los integrantes de la RIER escribimos este comunicado con esperanza. La violencia que repudiamos no logra acallar la paz y la solidaridad presentes en la vida cotidiana de la mayoría de la gente. El gobierno que va a empezar ha afirmado su decisión de hacer justicia y pedir perdón. Esas son las acciones que se necesitan. Todos y cada uno de nosotros necesitamos pensar cómo contribuir a la paz que es necesario instaurar.

Para este reclamo de justicia no estamos solos, investigadores, docentes y otros actores de países de América Latina y de otros continentes están con nosotros.

Atentamente

Paola Arteaga, José Bastiani, Amanda Cano, Lydia Espinosa Gerónimo, Diego Juárez, Martin Mancilla Muñoz, Graciela Messina, María Amalia Miano, Ana Isabel Ochoa, Martha Peña, Cenobio Popoca, Erasto Ríos Hernández, José Pablo Siqueiros y Diana Solares

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