El Cierre de Escuelas Rurales en Chile: ¿Una política de Estado?


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El cierre de escuelas municipales es un fenómeno que se evidencia en los últimos años en Chile. En ello es posible identificar no un conjunto de decisiones aisladas, sino una política que buscaría disminuir el gasto fiscal en educación.

En el año 2007, de acuerdo a estadísticas del MINEDUC, había 4.345 escuelas rurales que se corresponden con el 48,5% de las escuelas básicas del país. Entre el año 2000 y el 2012, han dejado de funcionar 818 escuelas básicas rurales de dependencia municipal; 143 de ellas se cierran entre el 2010 y el 2011. Es posible deducir que los cierres no constituyen un conjunto de decisiones aisladas. Cuando los cierres son masivos ¿es posible hablar de una política de Estado, aún cuando no haya sido enunciada como tal?

Reconstrucción post terremoto como contexto del cierre y fusión de escuelas

Según antecedentes recabados - a través de la prensa, entrevistas a informantes clave, revisión de los PADEM 2011 de distintas municipalidades-, el aumento de anuncios de cierre y fusión de escuelas municipales pareciera haber aumentado particularmente en aquellas zonas rurales afectadas por el terremoto y tsunami ocurrido el año 2010. El desastre que afectó a grandes zonas del país, tuvo un enorme impacto en la realidad escolar nacional. De un total de 8.326 establecimientos ubicados en la zona de desastre, es decir, entre Valparaíso y la Araucanía, 2.945 de dependencia municipal sufrieron algún tipo de daño. Frente a la necesidad de restituir el funcionamiento del sistema escolar, el Gobierno implementó un plan de reconstrucción que consideraba el área Educación (Ministerio

Secretaría General de la Presidencia, 2010). Emergió entonces la postura de considerar el desastre como una “oportunidad” para realizar mejoras en el sistema educativo, cerrando las escuelas que no hubiesen mostrado buenos resultados (Elaqua, Santos, Salazar, 2010).

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